lunes, 25 de febrero de 2013

Mi bebé y yo… y la consultora de lactancia


Muchos dicen, y tienen razón, que la relación entre una madre y su bebé de pecho en los primeros meses es un círculo perfecto. Estoy de acuerdo siempre que haya alguien que recoja la casa, haga la comida, vaya a hacer la compra, ponga la lavadora, cuide del bebé mientras tú te duchas y, sobretodo, la lactancia vaya sobre ruedas! Cómo sabéis este no fue mi caso (ver nuestros inicios aquí)… Y cuando la lactancia no va bien es cuando la madre necesita mucho apoyo a su alrededor para llegar a ese punto ideal de equilibrio donde la pareja lactante (madre y bebé) no necesitan nada más que el uno al otro.

Yo además de tener el apoyo de mi marido y mis padres es los primeros momentos vi a 5 consultoras de lactancia IBCLC (International Board Certified Lactation Consultan) durante los 11 días que pasamos en el hospital, a otras 2 IBCLC una vez que estuvimos fuera además de incontables enfermeras y médicos que ejercieron como consejeras de lactancia con más o menos suerte y formación. Hoy quiero compartir mi experiencia con respecto a estas consultas.

Una IBCLC es el profesional sanitario de referencia cuando algo no va bien en la lactancia, tienen formación específica y mucha experiencia con lactantes, y además tienen la credencial de un organismo independiente que se asegura de que sus conocimientos y sus horas de experiencia sean adecuadas para ejercer como consultoras de lactancia. Si tienes cualquier problema, dolores, dudas sobre medicación y compatibilidad con la lactancia, problemas con la forma de mamar de tu bebé, etc., lo más probable es que una IBCLC sepa más sobre el tema que tu pediatra y tu médico de familia juntos. Pero las consultoras de lactancia son personas y su sensibilidad varia de unas a otras. He tenido experiencias maravillosas y otras no tanto… Empecemos por las malas, y así nos quedamos con el recuerdo de las mejores para el final.


Uno de esos mágicos momentos en los que mi hijo se agarraba al pecho mientras estaba en la UCI

Como decía, el circulo madre bebé es perfecto, y quizá la madre no lo tenga claro, o este demasiado cansada después del parto y todo lo demás para darse cuenta, pero el bebé lo tiene clarísimo! Y las intromisiones en este circulo no suelen ser bienvenidas por el recién nacido, sin embargo 2 de las IBCLC no tenían esto tan claro, y se empeñaban en agarrar la cabeza de mi recién nacido y propulsarla hacia mi pezón como si el agarrarse fuera algo únicamente mecánico. Ellas veían 2 piezas a encajar (boca-pezón) y esto no les dejaba ver más allá… En uno de los casos, cuando estábamos luchando para establecer la lactancia con un niño que había estado 2 días a biberones, llego la IBCLC justo cuando por fin el niño se agarró y estaba mamando. Tengo que decir que la postura no era ideal, con un brazo del niño entre el pecho y el bebe, pero estaba mamando y lo demás daba igual!!! Llegó esta señora, le movió el brazo al niño, lo que no le gustó nada e hizo que se retorciera y se separar un poco, aunque seguía mamando… No contenta con eso dijo, ‘uy! No está bien agarrado’, y le metió un dedo en la boca y lo separo!!! Nos había costado 20 minutos que se agarrara!!! Mi madre la echó de la habitación de mi hijo en la UCI y mi marido lidió con su cabreo en el pasillo… La tía se atrevió a decir ‘es que tengo que ver como es la transferencia para decírselo al Neonatólogo’… Por supuesto no la volvimos a ver!! Otras de las enfermeras que se tenía por consejera de lactancia sin credencial estuvo muy ‘oportuna’ cuando en el cuarto día postparto, aun mi leche sin subir, tenía (por fin!) al niño al pecho y acercándose a oír cómo mamaba el bebé, me dijo ‘Ahora no esta tragando, porque no hay leche, cuando te suba la leche tienes que oír como el niño traga, algo como glump, glump, glump’. Creo que eso es justo lo que necesita escuchar una madre, que lleva 4 días usando un sacaleches cada 2 horas, de arriba abajo del hospital, sin dormir, con el perineo dolorido y luchando por que el niño se agarre al pecho cuando todavía no le ha subido la leche… Sensibilidad al poder!!! Otra de estas profesionales sin credenciales, en este caso una asistente de enfermería, me echo una bronca porque me iba a hacer daño en el pezón cuando, 10 minutos después de que se llevaran a mi hijo a la ICU, estaba en mi habitación sacándome calostros a mano siguiendo las indicaciones de este video de la universidad de Stanford, que os recomiendo. Después la IBCLC me dijo que estaba haciendo muy bien!


 La primera vez que que mamó en su vida

Hubo alguna que otra mala experiencia, pero también hubo momentos mágicos que pude vivir con la ayuda de las consultoras de lactancia, de los cuales estaré siempre agradecida y que también quiero compartir aquí. Especialmente 3 fueron muy importantes para conseguir que nuestro recién nacido se convirtiera en un bebé de pecho. La primera IBCLC que vimos fue justo cuando el niño intentó agarrarse al pecho tras el parto, la primera noche que pasamos todos juntitos. Sólo me dio algunos buenos consejos, se aseguró de que yo sabía como ayudar a mi bebé a que se agarrara y todo fue sobre ruedas. Días más tarde cuando la cosa se torció, vino a verme otra vez, me corrigió la forma en la que estaba usando el sacalehces, luego vino conmigo a la UCI me ayudó a ponerme al niño, sin entrometerse, sólo diciéndome cómo tenía que hacer, consiguió un escaloncito para que pusiera los pies y así estar más cómoda y cuando el niño por fin se agarro cuando ella estaba de espaldas bromeó con que yo podía solita y ella no era más que la pluma de Dumbo! Días más tarde cuando la cosa se torció aun más estuvo aguantando mi llorera durante 1 hora y hablando conmigo y con mi marido, contándonos historias maravillosas en las que las madres no se rinden y niños de biberón se convierten en niños de pecho! Incluso la volví a ver cuando mi bebé ya era un bebé de pecho, tan de pecho que mis pezones ya no daban más de si, me consiguió pezoneras con cortisona y después de comprobar que el niño estaba bien agarrado y no había problemas con la succión, me dijo ‘pasará y todo va a ir a mejor, ya verás’. Muchas veces una madre sólo necesita oír palabras de aliento.

También tuvimos otra muy buena experiencia con una de las enfermeras de la UCI, que cuando por fin me subió la leche dijo ‘pues ya se acabaron los biberones’ y luchó con nosotros para hacer que la transición fuera posible, muchas veces incluso con más fe que nosotros. Pero la experiencia de esos días merece una entrada aparte! También os contaré otro día el momento mágico cuando después de casi 2 días mi bebé y yo nos reencontramos en la teta, gracias a una IBCLC a la que mi madre rebautizó como la Diosa de la Leche!

Y tú, ¿Cuál ha sido tu experiencia  con las IBCLC o consejeras de lactancia? ¿Has encontrado en el personal sanitario apoyo para superar los baches en la lactancia? ¿Has tenido malas experiencias con los consejos de gente ‘bienintencionada’?

jueves, 21 de febrero de 2013

¿Alimentar o enseñar a comer?


Desde que mi bebé cumplió 5 meses y medio ha estado mirándonos con deseo cada vez que comemos o bebemos, así que mi pediatra me dijo que podía ir ofreciéndole otros alimentos, además del pecho, para que jugara y explorara. No que tenía que comer cereales, porque los necesitara, ni que empezara con la fruta, porque los niños tienen que tomar fruta a partir de los 4 meses, ni nada del estilo. Me dijo ‘hasta los 9 meses, los sólidos son jugar y experimentar’. ¡Adoro a mi pediatra! Me gusta tanto que más adelante quiero compartir con vosotros las indicaciones o recomendaciones que nos han dado para empezar sólidos, son muy distintas de las dietas que dan en muchos centros de salud en España… Y no es que la pediatría cambie mucho de USA a España.

Claramente nuestro bebé estaba listo para empezar, mostraba interés por los alimentos, se los llevaba a la boca, y no los escupía ni los empujaba con la lengua, todo para dentro! Siempre hemos pensado que le dejaríamos comer a su ritmo, él sabe mejor que nadie lo que necesita y lo que le sobra, así que va a ser él el que se destete poco a poco, como dicen los americanos ‘baby led weaning’ o destete liderado por el bebé. Al principio puede ser un guarreteo importante, pero todo se puede limpiar sin mayor problema. La primera vez que probó el plátano, más de la mitad de lo qué se metió en la boca lo dedicó a ‘pintar’ la bandeja con su manita, por no hablar de la cara y los brazos. Después se limpia todo en 2 minutos y tan felices! De hecho se pierde mucho más tiempo en pretender darle de comer con cuchara o con los dedos. Tenemos amigos que alimentan a sus niños con cuchara, sujetándole las manos, y cantando para entretenerlos y amigos que enseñan a comer a sus hijos, como lo hacen los adultos, poniéndoles la comida delante y esperando a que se la coman. No sólo enseñar a comer de esta manera es respetuoso con el niño es también mil veces más cómodo!!! Estos niños comen solos en casa y en la calle, con 18 meses! Ellos solitos con sus deditos, sin necesidad de ponerle una película en el I-pad, pueden participar en el acto social de una comida entre amigos o familiares.


'Yo solo'


Teníamos claro cómo íbamos a iniciar a nuestro bebé en los sólidos, pero por si nos quedaba alguna duda, él también nos hizo saber cómo le gustaba comer. Al enseñarle la cuchara con papilla de arroz se tiró a por ella y a la boca! Cuando termina la suelta para que yo la rellene y vuelta a empezar, la próxima vez van los granitos de arroz blanditos que él los pueda agarrar, que todavía lo de rellenar la cuchara no lo tiene dominado del todo…

No os voy a hablar de las ventajas no sólo nutricionales sino también cognitivas de enseñar a nuestros hijos a comer, para eso hay varios libros de gente que sabe más que yo. Si queréis saber más sobre cómo introducir sólidos os recomiendo 2 libros, ‘Mi niño no me come’ de Carlos González y ‘Baby led weaning’ de Gill Rapley, que ya está disponible en español! También quiero animaros a que veaís esta minicoferencia de Carlos González para TED. No tiene desperdicio, puro sentido común con mucho humor!



martes, 19 de febrero de 2013

La mejor preparación al parto


Muchos de los libros sobre maternidad, embarazo y parto que he leído son americanos, para algunos hay traducción en español, otros aún no han sido editados en nuestro idioma, pero tiempo al tiempo. Uno de mis favoritos acaba de ser traducido!! Se trata de ‘Guide to Childbirth’ de Ina May Gaskin, parece que a la edición española le han llamado ‘Nacimientos’ y podéis comprarla en amazon.es o aquí.

Para los que no conozcáis a Ina May Gaskin dejadme que os la presente. Ella es una partera o comadrona americana, toda una institución en Estados Unidos y en el mundo sobre parto no intervenido. Trabaja en un centro llamado ‘The Farm’, que empezó como comuna en los 70s pero ahora es uno de los centros de partos con los mejores resultados del mundo en cuanto a partos vaginales y sin intervenciones. Hay gente que viaja desde todo el mundo para parir en este centro en Tenesse. Podeis ver varias conferencias y entrevistas en youtube, merece la pena! Os pongo una de mis favoritas.

Entrevista a Ina May Gaskin sobre la intervención en el parto

El libro más famoso de esta autora es ‘Spiritual Midwifery’, que es libro de referencia para estudiantes de enfermería y comadronas en general, y que tiene información específica y extendida sobre el proceso de dar a luz y muchas otras cosas! Pero ‘Nacimientos’ es el libro ideal para que una madre se prepare para el nacimiento de su hijo. Lo mejor es que más de la mitad del libro son historias de partos, de varias mujeres, con diferentes resultados, contados desde el respeto a un proceso natural. Lo que tienen en común estas historias es que están contadas sin miedo, sin exagerar detalles escabrosos. Y al leerlas todas juntas acabas aprendiendo que casi todos los partos se parecen, reconoces las fases del parto y sabes que esperar. Y no os creáis que han elegido sólo historias bonitas con final feliz, hay de todo! Presentaciones raras del bebé en el momento del parto, partos que se quedan estáticos durante horas, partos que acaban en urgencias del hospital… Pero es una buena alternativa a todas las historias terroríficas que amigos, conocidos e incluso total desconocidos se empeñan en contarte en cuanto te ven la barriga, cómo si eso fuera a ayudarnos a parir! También podéis leer historias de parto contadas desde el respeto, y no desde el miedo, en la web de ‘El Parto es Nuestro’, o en este blog, gratis total! Pero os recomiendo este libro.

 Yo disfrutando del libro!

La otra mitad es una guía de parto más tradicional. En la que te explican todo lo que necesitas saber, te dan todas las opciones sobre analgesia en el parto informándote de los riesgos de cada una de ellas. Te dan la información sobre todos las intervenciones a las que se enfrentará tu recién nacido y cuales son tus opciones para que hagas una decisión informada. De verdad, lo que necesitas saber para estar preparada esta aquí, y escrito de manera concisa y clara. Yo no fui a clases de preparación al parto y nadie me enseño a 'respirar' para parir, con este libro fue suficiente!

La última parte del libro, por lo menos en la edición americana es una pequeña lista de los resultados obtenidos en la práctica de Ina May entre 1970 y 2000. Esta lista pone en evidencia al mejor de los Hospitales Materno-Infantiles que podamos pensar. Por ejemplo, la tasa de cesáreas es del 1.7%, 0% en el caso de partos gemelares, 24% en el caso de malposicionamiento fetal. 3.5% de laceraciones perineales de segundo grado o superior, con un 64% de perineos intactos! Menos del 1% de partos con fórceps o succión. Y se trata de partos de todo tipo, gemelares, primerizas y partos vaginales después de cesarea entre otros. Y he dicho que está ilustrado con fotos de alguno de los nacimientos?

Espero que os animéis a leerlo, o a encontrar información sobre que esperar en un parto no intervenido, para ir mejor preparadas a este momento tan especial no sólo para la madre sino también para el bebé! ¿Qué recursos habéis encontrado vosotras más útiles para la preparación al parto? ¿Las clases con la comadrona fueron suficientes?

jueves, 14 de febrero de 2013

Padres y lactancia


Hace no mucho tiempo leía en una revista como Carolina Cerezuela (mujer de Carlos Moyá) explicaban que no quería dar el pecho para que así el padre se implicara en la crianza y pudiera dar biberones. ¡Hay tantas cosas que me dan pena en esta frase que no sé ni por donde empezar!  Además del daño añadido de que este mensaje llega a mucha gente y desgraciadamente ésta es una de las muchas excusas que oigo cuando muchas madres dan explicaciones de por qué no pudieron dar el pecho.

Primero me entristece que alguien pueda tomar conscientemente una tan mala decisión sobrela salud de su hijo nada más empezar su vida. La fórmula debe ser el último recurso, cuando de verdad no hay más remedio, no la primera opción ya desde antes del nacimiento del bebé. Si de verdad es tan importante que el padre participe también en la alimentación antes de que se introduzcan sólidos, porque no es suficiente con participar en los otros muchos aspectos de la crianza, mejor sería dar el pecho y sacarse leche para un biberón. Aunque esto es un lio horroroso de fregoteo y esterilización para el poco beneficio o más bien perjuicio… Y no lo recomendaría hasta pasadas 5 ó 6 semanas, cuando la lactancia esté bien establecida, mejor no jugar con la producción y la demanda y la confusión tetina/pezón en el bebé.

También me da pena por los bebés que se les priva del placer de mamar y estar en contacto con su madre todo lo que quieran. La lactancia es algo mágico y natural. Está diseñada para cubrir las necesidades del bebé. No sólo la necesidad obvia de alimentación, sino también la necesidad de estar en contacto con su madre en los primeros meses de vida. El problema de los biberones es que los puede dar cualquiera, y al final se abusa y la madre se separa del bebé, muchas veces durante varias horas, estresando a la criatura. Él depende de la madre para la supervivencia y cualquier separación lo pone nervioso, bioquímicamente. El bebé que se separa de su cuidadora libera cortisol la hormona del estrés y la teta es un mecanismo perfecto para minimizar cualquier separación.

Aún así la queja de que la teta es exclusiva de la madre y que el padre se puede sentir excluido es común y comprensible. Pero los padres pueden estar casi tan implicados como las madres en la lactancia (con el pequeño detalle de que las tetas las tenemos nosotras…). Cuando nos preguntan mi marido dice siempre orgulloso “Nosotros damos el pecho” jamás le he oído decir “Mi mujer da el pecho”. Él siempre se incluye en la ecuación y tiene razón. Él también decidió que íbamos a darle a nuestro hijo la mejor alimentación posible y que lo íbamos a criar entendiendo sus necesidades físicas y emocionales. Desgraciadamente establecer la lactancia en nuestro caso fue difícil y él  lucho más que yo con el personal sanitario para que respetaran nuestras decisiones. Gracias a él conseguimos un sillón algo más cómodo en el que yo pudiera estar reclinada para poder tener en brazos a nuestro hijo y darle de mamar. Estuvo hablando con las consultoras de lactancia incluso más que yo. Fue a comprar tetinas especiales que no obstaculizaran tanto la lactancia (las del hospital eran como una boca de riego!). Me estuvo animando y confiando en mí en los momentos más difíciles, nunca me puso en duda ni hizo ningún comentario negativo. Cuando surge algún plan que implicaría perderme alguna toma es él el que prefiere que lo dejemos para cuando el bebé sea más grande y así no tenga que tomar ningún biberón. Así que el padre puede estar muy implicado en la lactancia. Es más, para que la lactancia vaya bien, sobretodo al principio, el padre debe estar implicado y facilitarle la vida en todo lo posible a la madre y su bebé. 

Padre e hijo compartiendo cama ya desde el hospital

Mi marido no da biberones pero es una parte fundamental en la crianza de nuestro hijo. Hace muchísimas otras cosas, como dormirlo en brazos cuando no se quiso quedar dormido mamando o llevarlo por la calle en su en su porta-bebés cuando ya se cansó del carrito, o jugar con él cuando se despierta a las 6 de la mañana hasta la siguiente toma (esto es sin duda lo que más me gusta!). De hecho está tan implicado en la crianza del bebé que no sólo no da biberones sino que hace todo lo posible para que nadie se los dé tampoco!

¿Cómo crees que podemos ayudar a los padres a implicarse en la crianza y la lactancia? ¿Qué cosas han funcionado para tu familia?